martes, 17 de abril de 2012

En las Casas de Alimentación también nutren la conciencia

"En las Casas de Alimentación, las mujeres no sólo proporcionamos comida balanceada, sino que nutrimos la conciencia de los excluidos, porque los ayudamos a salir de la pobreza, a que las personas en situación de riesgo se apoyen en la Misión Negra Hipólita y que todos se beneficien de las misiones sociales hechas en revolución", indicó Cruz Alida Navarro, elaborada de la Casa de Alimentación de La Vega, municipio Libertador de Distrito Capital.

El programa Casas de Alimentación, impulsado por la Fundación Programa de Alimentos Estratégicos (Fundaproal), fue creado el pasado 16 de marzo de 2004 y forma parte de las políticas del Gobierno Nacional orientadas a disminuir los índices de pobreza extrema y a reducir los problemas en el acceso a los alimentos.

Las seis mil Casas de Alimentación que existen a nivel nacional, proporcionan de lunes a sábado almuerzos y meriendas balanceadas a personas en situación de pobreza y vulnerabilidad social. Atienden a mujeres embarazadas, niños, niñas, adolescentes, adultos mayores y personas en situación de calle.

Durante su participación en un encuentro denominado "Importancia de ser Mujer", efectuado este lunes en los espacios de Pdvsa La Estancia, Navarro calificó como hermosa la labor que realizan las mujeres que trabajan en las casi seis mil Casas de Alimentación, quienes preparan alimentos para las personas más necesitadas.

"Nosotras preparamos con amor almuerzo y meriendas para los niños, mujeres embarazadas, abuelitos e indigentes. Eso es hermoso y me llena de orgullo levantarme a las 6:00 de la mañana para atender a 150 personas que acuden diariamente a mi casa a comer", expresó.

Los menús suministrados en estos espacios socialistas son elaborados por profesionales de la nutrición, a fin de que cada una de las personas que allí se alimenta lo haga de manera saludable y de forma gratuita.

De igual forma, Fundaproal cuenta con el apoyo de la Misión Negra Hipólita, del Ministerio del Poder Popular para la Salud, del Ministerio del Poder Popular para la Educación y del Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social para capacitar e incorporar en el aparato productivo nacional a las nómadas y personas en situación de riesgo.

"El preparar alimento, el trabajar con los más necesitados, el salir día a día para construir patria. Eso es socialismo, es superación e igualdad", manifestó María Olivo elaboradora de una Casa de Alimentación ubicada en Carapita.

Hacedoras de patria

Cruz Alida Navarro comentó que el rol de la mujer ha trascendido las paredes de su hogar, para llevar a cabo importantes proyectos a nivel profesional, personal y comunitario.

"Las mujeres anteriormente estaban confinadas a la casa, a atender los muchachos, lavar, planchar cocinar y atender al marido. Ahora las cosas han cambiado, porque hacemos todo eso y, de paso, trabajamos y estamos integradas con la labor política a favor de la comunidad", recalcó.

Por su parte, Maria Olivo manifestó que nunca antes había trabajado y que esta actividad le abrió la puerta a la independencia y su realización como mujer.

En cada punto de atención alimentaria laboran un promedio de cinco personas, lo que significa que en el ámbito nacional trabajan alrededor de 30 mil personas que, además de recibir un incentivo monetario por su labor, tienen la posibilidad de incorporarse en algunas de las misiones educativas creadas por el Gobierno.

"Yo jamás había trabajado. El mes que viene voy a cumplir siete años elaborando comida para 100 personas, actividad que le llegan de orgullo y satisfacción porque no es cualquier trabajo. Gracias a este proceso político social que estamos viviendo no sólo trabajo, sino que tengo oportunidad para superarme y estudiar, para acceder a productos que no tenía y gozar plenamente de mis derechos y cumplir con mis deberes como venezolana", dijo Olivo.

Por su parte, Gabriela Malager, defensora especial en Derechos de la mujer de la Defensoría del Puebo, comentó que es importante destacar el rol de trabajo femenino para la elaboración de alimentos a las personas más excluidas de la sociedad.

"Las mujeres han ido ganando más espacio en lo público y accedido al trabajo remunerado. Sin embargo, no hemos abandonado el rol de sostén de hogar y cuidado de los hijos. A estos se le suma, la actividad comunitaria y participativa en la sociedad, es decir, han aumentado las actividades diarias y asumido nuevos retos", aseguró Malager.

Adicionalmente, detalló que la Defensoría del Pueblo, promueve, defiende y vigila los derechos de las mujeres. "El trabajo que realizan las elaboradas de las Casas de Alimentación es estratégico para la nación y El estado está en la obligación de reconocerlo y protegerlas por todas las cosas maravillosas que hacen con los más necesitados.

Herramientas para la vida

La actividad de este lunes, organizada por la Fundación Programa de Alimentos Estratégicos (Fundaproal) estuvo destinada a brindar herramientas a unas 200 elaboradoras de Distrito Capital relacionadas con sus derechos como mujeres, madres, hijas, trabajadoras y habitantes de una comunidad.

Miriam Rodríguez, psicóloga clínica, expuso los tipos de violencia y el rol de la mujer en la actualidad y señaló que los tipos de violencia más comunes en Venezuela son la piscológica, física, obstétrica (mal trato al momento de dar a luz) e institucional.

Explicó que en caso de ser violentada, la mujer puede acudir a la Fiscalía, la cual cuenta con unas oficinas para la protección de la mujer, ubicada en la Torre Este de Parte Central, municipio Libertador.

"Allí ellas puede consignar sus denuncias y, en el resto del país, en todas las Fiscalías. También pueden acudir al Instituto Nacional de la Mujer que allí cuentan con unas defensoras que las orientan con el fin de canalizar sus denuncias, además de contar con atención psicológica, así como el Centro de Estudios de la Mujer de la Universidad Central de Venezuela".

En tal sentido, hizo referencia a una mayor conciencia en las mujeres que son violentadas, quienes acuden en mayor número a denunciar.

"Antes no se denunciaba porque se pensaba que esos eran pleitos entre marido y mujer o el patrón que humillaba a la trabajadoras porque era su superior. Antes la violencia era un hecho privado del cual no se hablaba. Pero con las luchas de las mujeres se logró sacar del ámbito privado al púbico y se ha llevado a la legislación", detalló Rodríguez.

Fuente: http://www.avn.info.ve/node/108302



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